En el género humano, expresión comúnmente usada para manifestar una colisión de dos o más elementos, generada por una diferencia insoslayable e inabordable de diferentes pareceres, producto de muchos posibles motivos.
Ejemplo de aplicación práctica o metafórica, en relación directa con la definición abordada:
Hoy estábamos, por momentos, tan lejanos como el ardiente Mercurio del rayado Urano.
Sin embargo, también por momentos, estábamos tan cercanos y calientes como el gigante Sol puede estarlo del ahora pequeñísimo Mercurio.
Terrible percepción de choque, solo teniendo en cuenta que el encendido sol, apenas es una estrella.
Pero el peor problema que se suma a esa situación es: quien es quien.
Si soy Urano…no me importa que ahora estés ardiente, porque yo estoy demasiado lejos para poder sentirlo. Quedate donde estás que, en mi distancia y, al menos por ahora, me entiendo perfectamente.
¿Y si fuera Mercurio? Necesito quemarte. Y eso de que estés tan lejos, no me importa, estoy tan caliente ahora, que te voy a poder chamuscar al menos.
Seguido a eso, cambian las circunstancias y parece llegar un posible enfriamiento. Hasta que, siendo el ardiente Mercurio y desde tu lejanía, escuché tu murmullo.
¡Gracias! Mi chispa te alcanzó, al menos vamos a poder hablar en el mismo nivel.
Pero nunca pensé que ibas a agigantarte tanto y convertirte en una estrella.
La visión maravillosa no dura demasiado.
La estrella se engrandeció tanto, que me quemó. ¿Solo resta esperar que se regeneren mis tejidos entonces?
No es tan grave después de todo.