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miércoles, 20 de abril de 2011

Sangre

Sentí tu respiración sangrante
apenas abrimos este nuevo sendero
que no nos conducirá a ninguna parte.

Jugando

El gran simulador, el que te contamina las arterias.

Conservar la primera impresión, la única que nos mantiene intactos.

Ensuciaste incluso mis pupilas

que te imaginan sonriendo,

y hasta sin malicia.

Traición

No hay traición, donde no hay acuerdos.
Pero igual fallaste.
Por eso ahora soportarás, estoicamente, el peso de mi revancha.

El sabor inmundo de lamer una moneda sucia y manoseadea,
el sonido del silencio,
la ausencia de lo auténtico.

¿Dónde quedó el sueño?

Siento tanto que hayas tenido que cosechar esta maleza,
pero será inevitable que sangres cuando quieras arrancarla.

Lamento decirte que la maleza vuelve a crecer.

Soy tu yuyo.