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sábado, 7 de julio de 2018

Oda al espejo. Casa XII


Vivía con miedo.

Era tal su necesidad de aceptación, que siempre se sentía rechazada.
Era tal su necesidad de aprobación, que se dedicó a estudiar todo el universo.
Era tal su sentirse inferior (ó superior), que tuvo que dejar de medirse.

Todo la poseía.
Nada le alcanzaba.

Algunos sacaban lo peor de ella. Y les tuvo que agradecer.
Lo peor estaba adentro, y ni ella lo sabía.

Igual de exigente, que de curiosa, fue aprendiendo.

Quería ser comprendida, y así aprendió a comunicarse con todos.

Y es que era tal su deseo de ser amada, que no tuvo opción:
aprendió a amar bajo cualquier circunstancia.

Cansada de tanta guerra, un día dejó de librar batallas.

Le deseo lo mejor, que pueda continuar su vuelo,
donde sea que vaya.