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miércoles, 9 de julio de 2008

Tréboles de tres hojas

Matarme a mí es matarte a vos…..

- ¡Dejá de gritarme de una vez! No me gustan los gritos. Los gritos no dejan lugar a escuchar la lluvia.

- ¿Vas a bajarte de tu cápsula de algodón? Si estás pensando en algo así, realmente no me interesa saberlo…

Frente a semejante respuesta, ¿quien puede seguir?...

Música….silencio, voz rasgante….cortante, dolorosa….al borde de la desesperación…el mayor sentimiento de soledad, no escuchado. Solía ser un pequeño niño, y matarme a mí, es como matarte a vos, ¿no lo estás entendiendo?
Dejame sonreir, dejame soñar…dejame…no te olvides que soy tu hijo, y todo lo que hagas conmigo, es lo que querías acordarte que …no dejes que siga. No hay necesidad. Todo lo que digo ya lo estás pensando, antes de que salga de mis labios. Tus elecciones, son mi presente, matarme a vos, es matarme a mí.

Silencio….

Por fin lo entendió. Nadie tenía que decirlo, porque desde siempre lo supo, no podía frenar el impulso. Gestándose, toda la historia, ¿quién puede frenarla? Cuando no hay capa de filtro, todo pasa directo, desde ese viaje en que sube al colectivo, hasta el momento de tocar timbre. Pero cuando toca el timbre, se terminó tu viaje.

- Quiero tener mis propias palabras. Solo por tenerte cerca, pude darme cuenta. Tu infinita inocencia, levanta el velo. Todos los tréboles son de tres hojas. Pero esperamos ver, todo el tiempo, el que tenga cuatro. Es la excepción, es lo que falta, es la mitad del vaso, más que vacía.

Titilan las estrellas, en su noche de las revelaciones. Todas las noches revelan algo. Aunque más no sea ¡un acorde de guitarra electrificada!

3 comentarios:

niklaüss dijo...

Tréboles, guitarras, estrellas... que linda mezcla!

Muy lindo relato, felicitaciones!

Betunga dijo...

Anita! Qué lindo volver a pasar por este, tu espacio en el ciberespacio, y pasar un rato tan lleno de emociones e impresiones, de volver al núcleo, a lo que es verdaderamente importante para cada uno, entre tantas luces y tantos ruidos que nos rodean y distraen diariamente. Hermoso leer sobre gigantes e imperceptibles brisas, sueños moldeables y recuerdos que se van desdibujando pero conservan la magia de aquel día en que nacieron.

Y a propósito de este último post, insisto: "La mente no descansa nunca, está buscando constantemente el orden y la significación, observando el mundo en busca de rupturas del modelo habitual"

Beso! Brindo por estos lugarcitos de reencuentro.

✨ Amrita - Yoga para la vida dijo...

qué buena frase que me dejaste hace unos años aquí Bet, me encantó volver a encontrarla, gracias!